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CALENDARIO     LUNAR

Mientras los hombres más se liberan de la sumisión a los ciclos externos de la naturaleza, recayendo en ciclos sociales variables creados por ellos mismos, más aumentan el riesgo de sufrir trastornos internos.
What Time is this Place?, Kevin Lycn.
La relación del hombre con el cosmos se ha transformado a través de la historia demarcando una inmensa ruptura entre una forma sensible de habitar el mundo y una eminentemente pragmática que deja de lado todas aquellas connotaciones simbólicas en relación a los procesos vitales que se encontraban inextricablemente ligados a los ciclos naturales. El advenimiento de un mundo que privilegia el cálculo y la estadística nos ha dejado ante un enorme vacío espiritual en la concepción de la ciudad y la vida urbana, cuestiones ligadas a la hegemonía producto del pensamiento científico técnico que hunde sus raíces en la modernidad.

Si bien todo el acervo cultural heredado de la era moderna ha traído incontables beneficios para el hombre, no hay que olvidar el reverso de aquella historia que oculta la opresión que se ha instaurado bajo el influjo de formas de control social, político y económico que ha traído esta misma forma de vida, en particular para uno de los problemas medulares que he venido trabajando a través de mi obra plástica, como lo es la concepción de la ciudad contemporánea en relación con la antigua fundación de ciudades.

Como lo plantea Pedro Jaramillo en el catálogo de otro proyecto realizado anteriormente,
las conexiones entre los astros y las ciudades han sido recurrentes a lo largo de la historia, sin embargo la ciudad contemporánea ha dejado de ser reflejo del cosmos, su devenir se ha vuelto más terrenal, la ciudad responde así misma, a otras lógicas muy diferentes a aquellas que regían las ciudades antiguas. La pugna entre orden y caos se ha puesto al frente de la mutación urbana actual. El sol aún rodea todas las ciudades y las convierte ilusoriamente en centro de su propio universo; los ciclos lunares continúan transitando sobre ruinas y construcciones emergentes; pero la ciudad parece haber tomado otro ritmo, uno vertiginoso e impredecible .
En mi interés por reflexionar acerca de otras formas de vida que han sido olvidadas, he retomado el calendario como elemento de creación, el cual no es más que la

forma en que los seres humanos organizamos el paso del tiempo para períodos de tiempo más o menos largos, de forma que sea fácil determinar cuando un suceso tiene lugar. Desde tiempo prehistórico, la forma más conveniente de medir el paso del tiempo ha sido utilizar el movimiento de los astros. La unidad básica de calendario es el día, y así, en un calendario, cada día tiene su nombre .

En esa medida,

Para el hombre antiguo era un hecho incontrovertible que su vida estaba ligada a los procesos astronómicos y a los ciclos estacionales que marcaban los astros. No sólo dependiendo del cielo y de la tierra -y de su relación de creatividad y receptividad- para cosechar sus alimentos, sino también para cultivar una vida sana y virtuosa física y mentalmente. El hombre, como parte de la tierra, también recibe del cielo la energía que le permite crecer. Esto era parte de una cosmogonía que tiene como piedra angular la visión del microcosmos como un espejo del macrocosmos: una filosofía natural perenne que encontramos presente en mayor o menor medida en todas las culturas antiguas. El hombre moderno, no sin arrogancia, ve en esto un rasgo del pensamiento mágico-primitivo que el pensamiento racional ha rebasado. Despojado de este espíritu, el paradigma médico del hombre occidental no toma en cuenta la influencia de factores ambientales y mucho menos cósmicos .

¿Como retomar entonces estos elementos críticos en la realización de una obra artística? En la creación de una obra que retome los elementos simbólicos a partir del rito en relación a la temporalidad y su incidencia en la cotidianidad: la producción de una serie pictórica a partir de la creación de un calendario lunar anual, es decir que esté conformado por 365 piezas, de acuerdo a la distribución mensual que ofrecen los ciclos lunares.

La creación artística como una operación crítica que retoma elementos del pasado para cuestionar los modelos de pensamiento que rigen el presente:

Cuando vivimos en un mundo que ha perdido la sincronía, que está fuera de tono, es apropiado recordar la frase de William Blake: “Debo de crear mi propio sistema o seré esclavizado por el sistema de otro hombre”. William Burroughs en The Revised Boy Scout Manual propone como primer paso para retomar el control de la realidad “proclamar una nueva era y desarrollar un nuevo calendario”. Rushkoff actualiza: “Si no sabes cómo funciona el sistema que estás usando es probable que el sistema te esté usando”.